casa
Primer Domingo del Mes de Amshir (quinto mes copto): La búsqueda a Jesús, la comida que a vida eterna permanece
En nuestra búsqueda a Jesús muchísimas veces nos descubrimos que hay motivos no son perfectos. Las lecturas de este domingo rectifican el motivo y nos dan una visión del objetivo a que andamos en nuestra lucha espiritual.
Las lecturas de la oración de la víspera: Después del milagro de la alimentación de la multitud, empezó la persecución para buscar a Jesús que se desapareció. "Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente, es el profeta que había de venir al mundo. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo." (Jn. 6. 14-15).
Habían muchos motivos para buscar a Jesús, pues muchos piden la gloria de la gente y no la gloria de Dios. El Salmo de la oración de la víspera dice: "Yo dije: Vosotros sois doises, Y todos vosotros hijos del Altísimo." (Sal. 82. 6). En la lectura del evangelio de la oración de la víspera vemos a los discípulos que fueron enviado para cruzar el mar, remaron con gran fatiga por las tempestades del mundo y sus olas rompidas. "Mas él les dijo: Yo soy; no temáis." (Jn. 6. 20).
El Salmo de la oración de la mañana dice: "Lámpara es a mi pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino" (Sal.119. 105). "Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo. Y enséñame tus estatutos." (Sal. 119. 135). En el misterio de la palabra, encontramos nuestro camino a Jesús en medio de un mundo oscuro y motivos delusivos, "De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte." (Jn. 8. 51).
La lectura de la Epístola de San Pablo muestra los negativos que nos alejan del camino de Jesús: "¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, no los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (1Co. 6. 9-11). "Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros." (1Co. 5. 13).
San Pedro en La Epístola católica nos guia al camino de Jesús: "Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación." (2P. 3. 15). "Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén." (2P. 3. 17-18).
En la Epístola de los Hechos de los Apóstoles, Jesucristo rectifica la marcha de Saulo de Tarso, quien tenía celo de Dios pero no conforme a ciencia: "El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿Qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer." (Hch. 9. 5-6).
La búsqueda a Jesús que empezó en el evangelio de la oración de la víspera continua en el evangelio de la misa: "Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús. Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿Cuándo llegaste acá?." (Jn. 6. 24-25). Muchos se esfuerzan en la búsqueda a Jesús y las razones se varian. Hasta que los fariseos y los principales sacerdotes buscaron a él para sorprenderle en alguna palabra.
"Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre." (Jn. 6. 26-27).
¿Porqué buscamos a Jesús? ¿Tal vez por las formas de la vida efímera o por demandas temporales extinguidas? Quien busca a la verdad encontrará a Jesús en su palabra. También puedes encontrar a Jesús presente en el milagro de la Eucaristía, la comida que a vida eterna permanece.