1. La partida de San Macario, 69º Papa de Alejandría

En este día, abba Macario II, el sexagésimo noveno Papa de la gran ciudad de Alejandría, partió en el año 1122 d.C. Este padre era piadoso y ascético desde su corta edad, y anhelaba la vida monástica. Fue al desierto de Scete y se convirtió en monje en el monasterio de San Macario. Se dedicó a la adoración y a la lucha espiritual. Se instruyó a sí mismo leyendo las Sagradas Escrituras, su interpretación y contemplando su significado. Creció en virtudes y fue ordenado sacerdote.

Cuando abba Mikhail, el sexagésimo octavo, el Papa partió y el trono papal quedó vacante, un grupo de obispos y sacerdotes fueron al desierto de Scete. Se reunieron en la iglesia con los ancianos de Scete. Permanecieron allí durante muchos días, buscando y explorando quién sería el mejor para esta posición. Finalmente acordaron por unanimidad elegir a este padre por lo que se sabía de su buen carácter y excelentes atributos. Lo tomaron y lo ataron contra su voluntad, y él gritó y les rogó con excusas que lo liberaran diciendo: "No soy apto para ser elevado a la dignidad del Papado".

Lo llevaron atado a la ciudad de Alejandría y lo ordenaron Patriarca. La escritura de su nombramiento fue leída en la Iglesia de Mu'allakah (La Iglesia de la Santísima Virgen) en los idiomas griego, copto y árabe.

Durante su papado, se sumó a su adoración y piedad. Enseñaba y predicaba a la gente diariamente. Dio limosna e hizo obras de misericordia a los pobres y necesitados. Durante su papado nunca pidió nada del dinero de la Iglesia, sino que solía dar una gran parte de las contribuciones que recibía para ser gastadas en diferentes obras justas. Completó 27 años en el papado y partió en paz.

Sus oraciones estén con todos nosotros y la Gloria sea para nuestro Dios para siempre. Amén.