La partida de St. Freig (Abba Tegi, Anba Roweiss).
4. La partida de St. Freig (Abba Tegi, Anba Roweiss).
En este día también en el año 145 d.C. (1121 de mártires) San Freig, que es conocido como Abba Roweiss, partió. Este santo era de un pueblo llamado Miniet-Yamin (a unos 130 kilómetros al norte de El Cairo). El nombre de su padre era Isaac y el nombre de su madre era Sarah. Cuando nació, lo llamaron Freig. Trabajaba con su padre en la agricultura y tenía un pequeño camello en el que llevaba sal y la vendía. Llamó al camello "Roweiss" (es decir, cabeza pequeña). El camello solía poner su cabeza contra su mejilla como si lo estuviera besando. Debido a su humildad, se llamó a sí mismo después de su camello.
Las persecuciones sobrevenían a los cristianos, por lo que vino a El Cairo y al no tener una casa o refugio, fue de un lugar a otro. Pasó la mayor parte de sus noches en oraciones y lamentos. No poseía un abrigo ni ropa ni una cubierta para su cabeza. Estaba desnudo excepto por aquello con lo que cubría sus lomos, y su cabeza estaba descubierta. Parecía los ermitaños del desierto; sus ojos estaban rojos debido a mucho llanto y nunca se cortó el cabello de la cabeza. Era un hombre de pocas palabras, una vez un hombre malvado lo golpeó severamente, pero no abrió la boca. San Marco El-Antoni estaba presente en ese momento y reprendió al hombre malvado.
Durante la última parte de su vida, solía decir: "Oh Virgen, llévame porque mi carga es pesada". Se refería a la carga de llevar el pecado de la gente por la cual a menudo los reprendía aunque no lo escucharan.
Vivió en los días del Santo Padre Papa Mattheos, 87º Patriarca, y San Marco El-Antoni, en los días de El-Sultan El-Zaher Barkuk.
Se encerró en un pequeño almacén en la casa de su discípulo Miguel el constructor, en Meniet Syreg. Permaneció en ese lugar durante 9 años hasta su partida el veintiuno de Babah del año 1121 de los mártires. Fue enterrado en la iglesia de la Virgen, en Deir El-Khandaq. Realizó muchas maravillas como sanar a los enfermos, profetizar y salvar a muchos de sus problemas.
Sus oraciones estén con nosotros y la Gloria sea a nuestro Dios, para siempre. Amén.