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El lugar del Retiro

El lugar del Retiro

Lo mejor es que el lugar del retiro sea un lugar determinado, permanente, conocido, ya sea el salón, a solas, o cualquier otro lugar tranquilo, para que puedas concentrarte y no disiparte.

Si no hay un lugar así en la casa, busca un lugar en una iglesia cercana, u otro lugar tranquilo, como prefirió Nuestro Señor Jesucristo: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”                         (Mr. 1. 35).

El teólogo Orígenes trató el tema del lugar del retiro, diciendo: “Por lo que se refiere al lugar, todo lugar es adecuado para la oración santa”; “Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia... dice Jehová de los ejércitos” (Mal. 1. 11).

Como dijo San Pablo: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda” (1Ti. 2.8). Si el hombre quiere orar en paz y sin preocupación, tiene que elegir un lugar particular de su casa, un lugar que será el santuario de su culto y sus oraciones.

Mientras San Teofan el ermitaño destacó la importancia de que el lugar del retiro esté aislado para que los sentidos encuentren su descanso: “Mejor que el lugar sea aislado y de poca luz para que los sentidos encuentren su descanso y se liberen de las influencias exteriores, al menos. Pero si puedes liberarte de estas influencias mientras que estás en tu medio, entonces quédate en tu sitio”.

Esto en cuanto al lugar del retiro, que como ves es preferible que sea aislado, tranquilo y permanente. Es imprescindible que sea un lugar estable y permanente, pues esto te protegerá del tumulto y la pérdida de tiempo que supone elegir cada vez un lugar adecuado, y esto influirá en la regularidad del retiro.